Joven apasionado por la literatura

Bruce McAllister era un joven de dieciséis años apasionado por la literatura que, en los años ’60, comenzó a dar sus primeros pasos como escritor "amateur". Ya había escrito su primer cuento de ciencia ficción, “Las caras exteriores” y en 1964, incluso consiguió que alguno de sus relatos fuesen publicados por la editorial Simon and Schuster.

Este chico en sus clases de literatura, mantenía conversaciones con sus profesores sobre los simbolismos ocultos en las obras contemporáneas de algunos autores. 
Movido por la curiosidad que le rondaba, decidió resolver estos simbolismos preguntando su significado directamente a los autores.
Realizó una lista con los 150 escritores, aún vivos, más importantes de Estados Unidos y les envió por carta una copia con cuatro preguntas relativas a la simbología utilizada (o no) en sus obras.

os parecerá que la historia acabó aquí, sin embargo, más de la mitad de los escritores con los que contactó, le respondieron a su mensaje (carta). Estos escritores fueron: Isaac Asimov, Ray Bradbury, Jack Kerouac, Ayn Rand, John Updike, Saul Bellow, Norman Mailer, Ralph Ellison…

¿Creéis que hay algo más fiable que preguntarle directamente a los propios autores? ¿Y no a uno sólo, sino a 150 a la vez?

"No obstante, las respuestas que aún se conservan son realmente interesantes y por sí mismas tienen un gran valor puesto que, en algunos casos, muestran a grandes autores tomando posición y opinando sobre su propia obra" - Blog cultural de Javier Peláez 

¿Y nuestro protagonista? Bruce McAllister sigue vivo, tiene 67 años y ahora es escritor y se ha convertido en un autor de ciencia ficción de fama internacional.

Os adjunto aquí algunas imágenes relacionadas con la noticia: la foto de Bruce McAllister en la actualidad y algunos documentos (la respuesta de los autores a Bruce) que han sido guardados hasta hoy.

Espero que os haya gustado, y que también queráis algún día resolver aquellas dudas y curiosidades que os puedan surgir.
Para conseguir algo hay que luchar por ello y nunca rendirse. 
Muchas gracias. Un saludo.
Cristina Palet