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lunes, 17 de marzo de 2014

PRIMER CEPILLO DE DIENTES

¿Sabías que el cepillo de dientes se inventó en una cárcel?

Aunque una cárcel no parezca el lugar más apropiado para utilizar como ejemplo de limpieza e higiene, el caso es que uno de los referentes de la higiene, en este caso dental, se inventó en una cárcel de Newgate (Inglaterra).
En 1780, se dice que por disturbios callejeros, llevaron a William Addis a prisión. En aquella época la forma tradicional de lavarse los dientes era frotarlos con una trapo o tela de lino con sal u otras sustancias. Sin embargo, los trapos de prisión no debían de ser muy “fiables” y decidió buscar un sustituto más higiénico. 
Se guardó un hueso de la cena y con un pequeño soborno a uno de sus guardianes, consiguió unas cerdas, las unió y pegó en los agujeros que había hecho en el hueso… ya tenemos el primer cepillo de dientes tal y como hoy lo conocemos.

Cuando salió de prisión fundó la compañía ADDIS, que hoy todavía existe, y comenzó a comercializar los  cepillos de dientes.

La historia es breve y sencilla, pero hay una importante idea de fondo, sobre la que yo quería comentar algo: la capacidad de invención del ser humano, gracias a su razón, conocimiento, inteligencia... 

Me resulta curioso que este hombre, William Addis, estando en la cárcel, su ''preocupación'' fuera la de encontrar un medio más higiénico para lavarse los dientes, teniendo otras cosas en las que pensar y preocuparse, principalmente, salir de prisión.

Aquí os dejo algunas imágenes para que os hagáis una idea de cómo fue el primer cepillo de dientes.

Muchas gracias.

Cristina Palet.





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