Hace dos semanas, todas nosotras tuvimos la oportunidad de pasar una mañana en las montañas que rodean el colegio, aprendiendo un poco más sobre nuestro entorno.
Con nuestro uniforme de educación física y nuestra profesora Mar Simón, nos dispusimos a subir la interminable cuesta, pero la subida mereció la pena: Al llegar pudimos observar en la naturaleza los distintos tipos de rocas que las Biólogas habíamos estudiado con anterioridad además de comprender mejor el modelado cárstico, ya que el monte que rodea nuestro colegio se encontró a lo largo de la historia sumergido en agua varias veces.
- Observamos la adaptación de las plantas a nuestro clima (arbustos, plantas poco verdosas)
- Contemplamos las formaciones de carbonatos en las superficies de las rocas
- Supimos encontrar líquenes de distintos colores y musgos en las rocas
- Encontramos yeso y yeso espejuelo y supimos diferenciarlo
- Vimos rocas sedimentarias
Algunas niñas, como yo, encontramos rocas extrañas o poco comunes y las llevamos a nuestro laboratorio, en este caso destaca nuestra compañera Cristina Laucirica que encontró un fósil de caracola.
También encontramos los huesos de una cabra que murió además de una araña de tamaño considerable y probablemente venenosa (Debido a su color rojo y negro que son señal de peligro en la naturaleza).
Por último pudimos observar la contaminación de la zona (ruedas, botellas, plásticos, incluso sillas rotas...) y al bajar la cuesta, las últimas pudimos escuchar un "jabalí" entre las plantas, aunque resultó un poco raro ya que son animales nocturnos.
Me pareció una clase divertida, ya que es la primera vez que hacíamos algo así y pusimos en practica la teoría ademas de aprender muchas cosas.
